Un poco de historia y actualidad del deporte argentino y mundial

jueves, 28 de junio de 2012

A los ídolos, se los respeta



          Por más pequeño que sea y por menos socios que tenga, todo club tiene su ídolo. Ese que generalmente hizo inferiores allí y desde chico soñó con debutar en primera, ganar un campeonato, jugar en Europa y poder retirarse en el club de donde salió.
            Ese que camina por la calle y los hinchas lo frenan no sólo para pedirle autógrafos y fotos, sino para agradecerle con frases como “Te amo” ,“Sos un crack”, “Nunca te vayas”, “Sos un genio”, entre otros halagos.
            Ese que a pesar de que alguna jugada no le salga, es aplaudido igual por el público.  Porque se lo merece, porque dio todo y porque ya le va a salir alguna.
Suele ser el referente del equipo, ese al que los hinchas rivales tomarán como objetivo de innumerables insultos y cargadas.
Tocar al ídolo, es tocar al hincha. Una roja a él, es una roja a todo el estadio. Las patadas que recibe, les duele a todos los simpatizantes del club.
            Pero, ¿ Qué pasa cuando es la dirigencia la que le pega una patada o la que le saca una tarjeta?
Este es el caso de Fernando Cavenaghi. El 9 de River Plate que el 26 de junio del 2011 levantó teléfono y avisó que quería ayudar al equipo. No le importaba la plata, no le importaba nada, el quería devolverle a su club, todo lo que le dio.
Así fue, junto con Alejandro Domínguez, se tomaron un avión, se pusieron la pechera de entrenamiento y comenzaron a sacar del pozo a su amada institución.
Si ya eran ídolos, imagínense en ese momento. Los hinchas los ovacionaron las 38 fechas que duró la temporada y colocaron banderas en agradecimiento a ambos durante todo el torneo. El amor entre estos dos jugadores con la gente era más fuerte que nunca.
Finalmente lograron el ascenso en la última fecha. Sufrieron pero lo lograron. Cavenaghi fue el goleador de River en el Nacional B y uno de los pilares del equipo conducido por Matías Almeyda. Domínguez también fue clave, a pesar de no haber marcado muchos goles.
El exValencia, sabía que no podía seguir en la institución de Nuñez. Era algo muy difícil, ya que desde Europa avisaron que lo querían devuelta y el contrato en ese continente lo obligó a irse.
Pero algo pasó. En realidad no fue algo, fue alguien. Alguien con quien el hincha no contaba.
¿Fue una guerra de egos? ¿Fue un problema personal? ¿Fue un conflicto económico? O, como quiso justificar Almeyda, la idea es armar “un equipo más rápido”.
Estas cuestiones, nunca se van a saber. Llegarán rumores, mentiras y sospechas, pero la verdad nunca se sabrá.
Lo que es una certeza, es que quien esta detrás de esto es Daniel Alberto Passarella, presidente de River Plate. Aquel que ganó por seis votos las elecciones de 2009 y les pidió a todos aquellos futbolistas que habían salido de las inferiores y que ahora estaban jugando en distintas partes del planeta, que regresen para darle una mano al club.
Cavenaghi lo escuchó, le hizo caso y volvió en el peor momento de River.  Así le pagó Passarella.
Almeyda fue el encargado de avisarle que ni iban a tenerlo en cuenta. Después de todo lo que hizo, luego de todo lo que dejó, fue el goleador en el ascenso y decidieron no renovarle.
Lo que más quiere el hincha es a sus ídolos, son respetados por todos, son intocables. La dirigencia de River los tocó, y por más que traigan 100 refuerzos no podrán tapar la herida que le provocaron la gente.
Fernando Cavenaghi se fue por la puerta de atrás y nunca se sabrá bien por qué. Daniel Alberto Passarella cometió un error enorme, no respetó a los ídolos.

martes, 26 de junio de 2012

Black Power y los Juegos Olímpicos





Es la meta a la que todos los deportistas quieren llegar, saben que allí tendrán la oportunidad de representar a su país. Poder colgarse la bandera en sus hombros y subirse a lo más alto del podio es el sueño de todos los atletas. Pero ese no era el único objetivo de Tommy Smith ni de John Carlos. Ambos corredores representaban en los Juegos Olímpicos de México 1968 a Estados Unidos, que por aquel entonces vivía una situación particular.
El pastor Martin Luther King había luchado en favor de los derechos de los negros en Norteamérica, había encabezado movimientos en contra de la guerra de Vietnam y contra la pobreza en general. Pero el 4 de abril de 1968, meses antes de los Juegos, fue asesinado en un hotel de la ciudad de Memphis.
Por esta razón, los deportistas afroamericanos que iban a viajar a México tenían como objetivo defender los principios que King había sostenido hasta su muerte y así demostrar que los negros en Estados Unidos tenían los mismos derechos que los blancos.
Smith y Carlos llegaron en primer y tercer puesto respectivamente en los 200 metros llanos, pero ese hecho no fue el que quedó en la historia.
Antes de subir al podio, ambos se quitaron sus zapatillas y se colocaron una pegatina que representaba sus derechos. Ésta última, también la utilizó el australiano Peter Norman, quien había llegado en segundo lugar.
     Además, ambos norteamericanos vistieron un guante negro en una de sus manos, Smith en la derecha y Carlos en la izquierda, porque el segundo de estos se había olvidado los suyos en la Villa Olímpica.
     Cuando el himno de los Estados Unidos comenzó a sonar, los atletas morenos agacharon la cabeza, cerraron sus ojos y extendieron el brazo, en el que tenían el guante, con el puño cerrado, en señal de protesta.
     Ese gesto, conocido como ‘Black Power’, provocó que los hinchas los silbaran al bajar del podio y, más tarde, que el Comité Olímpico Internacional decidiera expulsarlos de los Juegos por reivindicación política, algo que consideraron "inapropiado".
     Esta expresión fue imitada por otros deportistas afroamericanos, como el atleta Bob Beamon, pero el COI decidió no expulsar más a nadie.
     Cuando volvieron a su país, ambos atletas fueron criticados, perseguidos y amenazados de muerte. Smith dejó de competir y se convirtió en jugador de fútbol americano de los Cincinnati Bengals. Carlos continuó un poco más hasta que hizo lo mismo que su compañero en los Philadelphia Eagles.
Según el diario español Marca, el australiano Norman también tuvo problemas: “Le negaron la participación en los siguientes Juegos pese a lograr plaza y se le marginó hasta caer alcoholizado y morir de una parada cardiaca en 2006, con 64 años. Ni siquiera se acordaron de él en los Juegos de Sídney 2000 y tuvieron que ser los Estados Unidos quienes le invitasen cuando se enteraron de que su país había renunciado a hacerlo. Su tiempo de 20.06 de la final olímpica del 68 sigue siendo el récord australiano en 200 metros. Smith y Carlos portaron su féretro el día de su entierro”.
Los Juegos Olímpicos de México 1968 tal vez se los recuerde porque se batieron 17 records mundiales a causa de la altitud, o porque allí apareció la primera prueba positiva del doping. Pero nadie puede olvidarse de lo que hicieron Tommy Smith y John Carlos, el ‘Black Power’ tiene un lugar en la historia olímpica.

lunes, 25 de junio de 2012

Arsenal Campeón




Mucho se hablará de este torneo, muchos dudarán sobre la legitimidad de este campeón. Lo cierto es que, a pesar de las sospechas, sucedió.
El último domingo se subió un nuevo club al podio de los campeónes del fútbol argentino en primera división. Esta metodología que se utiliza desde 1967 de dos campeonatos por temporada, metropolitano y nacional hasta 1985 y apertura y clausura hasta hoy en día, le permitió dar la tan ansiada vuelta olímpica a clubes que eran opacados por los cinco grandes de fútbol argentino, Boca Juniors, River Plate, Independiente de Avellaneda, San Lorenzo de Almagro y Racing Club. Estos fueron los casos de: Estudiantes de La Plata, Velez Sarfield, Chacarita Juniors, Rosario Central, Huracán, Newell’s Old Boys, Quilmes, Ferro Carril Oeste, Argentinos Juniors, Lanús, Banfield y desde hace un día Arsenal de Sarandí.
     ¿Quién este nuevo campeón?
     El 11 de enero de 1957 en el bar “Las Tres F” se juntó un grupo de amigos, entre quienes se destacaba el actual presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Humberto Grondona, que por aquel entonces tenía 26 años.
Independiente y Racing ya habían conquistado los corazones de la gente de Avellaneda, pero eso no detuvo la idea de crear un nuevo club de fútbol en esa zona.
     Para el nombre, se inspiraron en el famoso club londinense cuya manera de jugar a la pelota despertaba la admiración de los jóvenes de aquel entonces.
     Por otra parte, ya que iban a ser vecinos de dos de los equipos mas grandes del país, decidieron tomar sus colores y fusionarlos en una sola camiseta.
     De esta manera nació uno de los clubes más jóvenes del fútbol argentino, Fútbol Club Arsenal.
En 1961 participó del torneo de Primera D bajo la dirigencia de J. H. Grondona. Ese año debutó frente a Piraña en el empate 1 a 1 y el gol lo marcó Héctor Grondona, hermano de Julio Humberto y máximo goleador del club con 168 goles.
     Tras perder la final contra Villa Dálmine, “El Arse” debió permanecer una temporada más en la última división del fútbol argentino. Pero al año siguiente, luego de finalizar invicto en 29 partidos, ascendió a Primera C.
     Después de terminar un punto por encima de Almirante Brown, Arsenal logró llegar a Primera B en 1964 jugando de local en la cancha de Ateneo de Sarandí.
     Pero no todo fue felicidad para uno de los tres clubes, junto con Boca e Independiente, que nunca descendieron de Primera División.
     Arsenal volvió a la Primera C en 1984 y  el regreso a la Primer B llegó en 1986. Ese mismo año se creó la categoría “Primera B Nacional” de la cual formó parte durante 10 años, desde la temporada 1991/92.
     El sueño de todos los clubes del ascenso lo logró el 18 de Mayo de 2002 cuando ascendió a Primera, año en el que construyó su estadio actual, que lleva el nombre de su primer presidente y socio nº1, Julio Humberto Grondona. Ni él imaginaba que en menos de 50 años de historia, el club que creó llegaría tan lejos.
     Un dato curioso es que Arsenal logró dos títulos internacionales antes del torneo local:
Copa Sudamericana en 2007 luego de ganarle la final América de México por diferencia de gol (victoria de visitante por 3 a 2 y derrota de local en cancha de Racing por 2 a 1).
Copa Suruga Bank en 2008 ante el Gamba Osaka en Japón por 1 a 0 con gol de Carlos Castiglione.


Pero el título más festejado en la historia de “Los del Viaducto” fue el del último domingo, en su estadio y con su gente, tras ganarle 1 a 0 a Belgrano de Córdoba con gol del defensor Lisandro López. De la mano del técnico Gustavo Alfaro y bajo la dirigencia de Julio Ricardo Grondona (sí, hijo de quien se imaginan), obtuvo el torneo "Crucero General Belgrano" Clausura 2012.
Hace un día que Arsenal se metió en la historia grande del fútbol argentino, esa historia que comparte con otros 16 equipos. Hace un día que se convirtió en el único equipo en haber ganado el torneo de Primera División habiendo jugado en la última categoría del ascenso. Hace un día que Arsenal tiene una estrella, que esperaba por brillar desde 1957.

viernes, 22 de junio de 2012

Tabla de promedios 2012/13




EQUIPOS
2010/11
2011/12
TOTAL PUNTOS
TOTAL PARTIDOS
PROMEDIO
VELEZ
82
64
146
76
1.921
BOCA
53
76
129
76
1.697
ESTUDIANTES
69
50
119
76
1.565
ARSENAL
57
62
119
76
1.565
LANÚS
63
55
118
76
1.552
TIGRE
50
65
115
76
1.513
BELGRANO
55
55
38
1.447
COLON
47
60
107
76
1.407
ALL BOYS
51
54
105
76
1.381
ARGENTINOS
54
49
103
76
1.355
RACING
52
50
102
76
1.342
GODOY CRUZ
63
38
101
76
1.328
UNIÓN
50
50
38
1.315
RAFAELA
50
50
38
1.315
SAN MARTÍN
48
48
38
1.263
INDEPENDIENTE
43
47
90
76
1.184
NEWELL’S
42
48
90
76
1.184
SAN LORENZO
47
41
89
76
1.171
QUILMES
0
0
0.00
RIVER


000.000

ACLARACIÓN
                Hay que recordar que las promociones no estarán la temporada que viene, pero habrá tres descensos directos.
             

El ganador menos pensado



     Sin haber tenido una gran preparación, sin ninguna experiencia en el deporte, utilizando zapatillas que le habían regalado los habitantes de su pueblo natal Marousi, habiéndose clasificado en la quinta posición en la segunda carrera eliminatoria, llegando a aquella competencia convocado por quien había sido su superior en el servicio militar, un hombre que se ganaba la vida vendiendo agua y entregando cartas logró quedarse con la gloria en la maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas 1896.
     Spiridon Louis quedó marcado en la historia del deporte tras cruzar la meta en primer lugar del estadio Panathinaiko, el 10 de abril de aquel año, luego de correr 40 kilómetros en 2h 58´ 50”.
     En esta competencia, el griego no era favorito, pero sin embargo se quedó con el oro venciendo a varios atletas de renombre como al francés Albin Lermusiax y al australiano Teddy Flack, quienes habían logrado medallas en carreras de menor distancia.
     Además, se impuso a su compatriota Kharilaos Vasilakos quien había ganado la prueba de maratón en los Juegos Panhelénicos y en el certamen olímpico terminó segundo siete minutos más tarde.
     “Spyros”, quien por aquel entonces tenía 25 años, obtuvo la primera medalla dorada para su país y no volvió a competir nunca más.
     Luego de su victoria volvió a Marousi, a trabajar como granjero y más tarde como agente de policía. Allí, se vio colmado de atenciones y regalos. Le ofrecieron servicios inverosímiles tales como poder ir gratis a la peluquería de por vida, alimentos y transportes sin ningún costo.

     Un reconocimiento importante le llegó 40 años después cuando fue nombrado presidente honorario de la delegación griega de los Juegos de Berlín 1936.
     Louis falleció en 1940, pero su mito sigue vivo, sobre todo  en Grecia, cuando en 2004 volvió a albergar una edición olímpica y bautizó el estadio de Atenas con su nombre.

jueves, 21 de junio de 2012

Sueño mundial



     Las calles están colmadas de gente. Te encontrás con tus vecinos, tus compañeros de escuela y hasta con algunos de tus profesores del colegio. Todos caminan hacia el mismo lado. Vas de la mano de tu papá hacia el estadio, mientras él te cuenta que hace más de 50 años vivió la misma escena, pero tu abuelo era quien le indicaba el camino.
     Los vas a ver ahí, en vivo. Los mejores futbolistas del planeta brindando un espectáculo que jamás olvidarás. Tal vez tengas la oportunidad de conseguir algún autógrafo, o por qué no la camiseta de algún jugador.
     Mientras avanzás, te crusás con un kiosco. Con los dos reales, que tenés en el bolsillo, te comprás unas golosinas y seguís tu marcha.
     El estadio ya se puede ver. Las gigantes columnas, que parecen diminutas desde la ventana en tu casa de la favela, están enfrente tuyo.
     Tu papá saca las entradas, se las muestra a un hombre que viste un chaleco verde. Éste, luego de revisarlas, les cede el paso.
     Ya está, entraste, estas ahí. Tanto te hablaron, tanto te contaron, y lo vas a vivir en cuestión de segundos. Estás en un Mundial.
     Los gritos de la gente te marean un poco, cerrás los ojos para ignorarlos, pero cuando los abrís volviste a la realidad. Estas en tu cama acostado.
     Hace frío y escuhás a tu mamá charlando con tu hermana mayor en otra habitación. Ella le cuenta que parece que los van a desalojar porque ahí molestan. Vos no entendés nada. ¿Molestás? ¿A quién? Decidís quedarte entre las sábanas y prestar atención a la charla.
     Tu madre explica que el Mundial llegó y que se van a tener que ir. Que los extranjeros necesitan donde hospedarse y que planean construir un hotel cinco estrellas donde hoy está tu barrio.
     Vos te preocupás mucho, entonces te levantás y vas hasta la cocina. Interrumpís la charla y pedís que te expliquen que ésta pasando. La única respuesta es el silencio.
     Parece ser que lo que ocurrió en tu cabeza hace unas horas, allí se va a quedar. Fue solo un sueño, la realidad es otra. No sólo te vas a tener que ir de tu casa, sino que además, el Mundial lo vas a ver por televisión o lo vas a escuchar por radio, porque el sueldo de tu padre no es suficiente para conseguir una entrada.
     Ahí te das cuenta que te mintieron. La Copa del Mundo es una farsa, porque sólo los que tienen mucha plata pueden ir. ¿Y a vos qué te toca? Estás dejando tu casa para que el gobierno organice un evento del cual vos y tu familia están afuera.
    


     Brasil será anfitrión de la Copa del Mundo en 2014, pero el pueblo brasileño no será local.

miércoles, 20 de junio de 2012

No vale



     Estás sólo, pedís la pelota. Una vez que la recibís, con un caño de esos que se escucha el “OOOOLEE” en las tribunas dejás en el camino a un rival. Levantás la cabeza, tenés unos metros libres para seguir con el balón.
     Una vez que pasás mitad de cancha, se la cedés al 10 y corres rápido pegado a la linea lateral, para desmarcarte y mostrarte devuelta. Sabes que le comiste la espalda a tu marcador, por eso comenzás a cerrarte y levantás la mano para pedir la devolución del esférico.
     El enganche, jugador más hábil de tu equipo, luego de pasar entre dos jugadores, te la devuelve con un pase entre lineas de esos que hace parar a más de un plateísta.
     La frenás con la cara interna del pie izquierdo. Llegó el momento. Ese segundo en que te das cuenta que el defensor lateral contrario está detrás tuyo y sabés que es imposible que te alcance. Ese segundo en que mirás al central rival que viene como loco hacia vos con la idea de clavar sus tapones en tu rodilla con tal de frenarte. Ese segundo en que la platea grita “¡PEGALE!”.
     Mirás al arquero, quien ya te estaba observando previamente, porque él sabía que este momento iba a llegar. Seguís contemplando el arco y ves libre el segundo palo.
     Inclinás tu cuerpo hacia la derecha y sacás un remate que va hacia la red. Ya todo el estadio mira de pié y en silencio la trayectoria del balón que comienza a cerrarse.
     El arquero despega sus pies del piso y se estira lo más que puede pero sabe que no llega. Su vuelo es invadido por flashes de todos los sectores de la cancha, porque hasta los fotógrafos se dan cuenta que va a ser gol.
     La pelota pega en el travesaño, pica dentro del arco y es devuelta al juego por un defensor con el número dos en su espalda.
     La hinchada festeja. El arquero se agarra la cabeza. Los relatores inflan sus gargantas al grito de “GOOOOOLAAAAAZOOOO”.  
     Vos salís corriendo a festejarlo, es tu primer gol en Primera División. Tus compañeros atinan a abrazarte. Pero el sonido del silbato nunca se escucha.
     El árbitro está levantando su manos en señal de que el balón no ingresó. El juez de linea apoya la decisión de su compañero indicando que el defensor la sacó sobre la raya.
     Dos minutos después termina el partido igualado 0 a 0. Nunca más vas a poder repetir esa jugada, ese gol que te quitaron nunca te lo van a devolver. Podrás hacer 100 goles, pero como ese jamás.

    PARA ALGUNAS JUGADAS LA TECNOLOGÍA EN EL FÚTBOL ES IMPRESCINDIBLE.

martes, 19 de junio de 2012

Periodismo Puro



     No se puede. No hay manera. Es imposible. Es de ignorante. Si su apellido es sinónimo de deporte. Sino es el único, es el mejor. Capaz de contarle a una cámara de televisión durante un mes la historia los Juegos Olímpicos y de cada atleta que alguna vez participó en ellos. Sería negar la realidad, hablar sobre periodismo argentino y ni siquiera mencionarlo.
     ¿No sabes de quién se trata? A ver... Debutó en la pantalla chica en el programa de Marcelo Tinelli, VideoMatch. A partir de allí, condujo más de diez programas en televisión y uno de los más recordados es Orsai, en donde hizo dupla con Roberto Pettinato.
     ¿Otra pista? En la vitrina de su living tiene guardados cuatro premios Martín Fierro, dos por mejor programa deportivo, Planeta Bonadeo y Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, y dos por mejor transmisión deportiva, una en los JJOO de Beijing 2008 y la otra en la Copa Davis del 2010.
     ¿Seguís sin sacarlo? La profesión parece que le viene de sangre, su padre fue un gran periodista y fue él quien le consiguió un puesto en el diario La Nación en 1981. Luego partió hacia la revista El Gráfico, trabajó en Olé y en el diario Perfil.
     Última ayuda. Su contextura física no le permitiría ser modelo si así lo deseara, aunque eso no le impidió conducir un programa en ropa interior, luego de perder una apuesta cuando Argentina le ganó a Uruguay 1 a 0 en el Centenario y se clasificó a la última Copa del Mundo sin jugar el repechaje.
     Ya está, seguro que ya lo sacaste. Sí, es él. Ese que a pesar de haber trabajado en televisión y diario, admite sentirse más cómodo en radio, donde el rating no es tan molesto.
     ¿Hace falta nombrarlo? Ya no se requiere decir su apellido, porque todos saben de quién se trata. Lo que sí es necesario es agradecer que es argentino y que con 49 años todavía se puede seguir aprendiendo de él.
     Después de todos estos años se puede afirmar que, cuando se habla de Gonzalo se habla de periodismo puro.